jueves, 22 de marzo de 2012

Por todos esos que regalaron sonrisas al cielo.

Nadie imaginaba que ella moría debajo de su ego fingido y de su falsa sonrisa. Ninguna de las personas que tenia al rededor se paró a mirar dentro de ese pequeño corazón que ella intentaba mantener despierto mientras moría poco a poco y en silencio. Ella regalaba sonrisas al cielo para ver si este le daba a cambio un soplo de vida y esperanza, pero el cielo es tan malvado como hermoso, y jamás le presto ni un soplo de aire. Cada mañana al despertar pensaba en eso de "No se juzga un libro por su portada", pero eso en su mundo no servia para nada, porque en ese mundo en el que ella vivía la apariencia era oro y el interior plata. Nadie la creyó cuando decía: "No me lo creo, las cosas egocéntricas las digo de broma", igual que nadie imaginaba que ella moría debajo de su ego fingido y de su falsa sonrisa.

~Todos estamos repletos de complejos, solo que no a todos nos matan esos complejos...














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