Hola pequeño, debo confesarte que te echo de menos. Me gustaría volver a hacer ver que te echo la bronca cuando te subes a la cama por la mañana y en vez de echarte de ella, acariciarte. Espero que estés bien, te agradezco que el día ese en el que lloraba en la puerta de tu casa, sola, tu vinieses a mi a animarme pidiéndome a tu manera que no llorara, gracias pequeño. Lo siento por irme de esa manera, sin despedirme de ti, seguramente nunca mas nos volvamos a ver, mejor no me preguntes por qué desaparecí de repente y no tengo pensado volver, tú no lo entiendes pero los humanos somos así de idiotas, nos peleamos, nos rompemos el corazón y no somos capaces de volver a ser amigos. Lo siento pequeño...
sábado, 30 de marzo de 2013
jueves, 21 de marzo de 2013
Como unas escaleras que suben para abajo.
Y, una vez más, te han vuelto a tirar, a echar del cielo para condenarte a la tristeza terrenal. Vuelves a estar rodeado de esos colores que no brillan porque alguien (a quien no deberías haber dado ese poder) ha decidido que no te mereces la purpurina. Te ha tirado la misma persona que algún día te alzó.
jueves, 14 de marzo de 2013
A veces me sorprendo de lo que puede llegar a cambiar tu vida en tan solo segundos. Y es que si con cada decisión que tomamos cambiamos nuestro camino, yo he podido tener muchísimos caminos distintos y ¿Por qué he elegido este? Quizás sería una estrella del Rock si de pequeña hubiese elegido una guitarra como juguete y no una cocinita, quizás sería rica si no me hubiese peleado con una de mis amigas, y hay muchos "Quizás", muchas cosas que irían mejor si hubiese decidido diferente en su momento. Pero ¿Sabéis qué? Si este es el camino que sigo es porque son mis decisiones, mi personalidad, mi futuro y mi camino.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
